Las Agencias de Viaje Online (OTAs) controlan una porción muy significativa de las reservas hoteleras y cobran comisiones importantes. Algunos hoteleros las ven como un mal necesario, otros como un gasto de comercialización oportuno. Verónica Salas, nuestra Sales Development Representative, te brinda su opinión desde la perspectiva de iP Hoteles.
Es cierto que las OTAs se quedan con los datos de contacto del consumidor y constituyen un canal de ventas con altos costos. Además, debido a su posicionamiento, el hotel corre el riesgo de que un cliente googlee su nombre y termine abriendo el micrositio del mismo en una OTA, y termine eligiendo otro hotel.
Pero también es cierto que las OTAs ayudan a llenar habitaciones vacías y aseguran un posicionamiento de alcance global con su expertise tecnológica.
Por esto, cuando tenemos gran volumen para vender y podemos hacerlo al precio correcto a través de las OTAs, el valor de la comisión que debemos pagar vale la pena, especialmente si transformamos a los clientes de OTAs en clientes directos en el futuro. Y debemos pensar que si nosotros no estamos dispuestos a pagar estas comisiones, otro hotel lo hará.
Además, las OTAs tienen altos presupuestos para invertir en Google, allí radica gran parte de su poder, junto con su mejora continua a nivel tecnológico, ya que desarrollan aplicaciones mucho más rápido que los hoteles porque ese es su negocio.
Lo cierto es que los hoteles igualmente deben explorar otras formas de obtener reservas que no son reemplazadas por las OTAs, por ejemplo realizando programas para atraer huéspedes frecuentes y buscando nuevas formas de obtener reservas por el canal directo.